8.3.09

Poema

Veo al mundo respirar por la ventana
bajo el sordo claro-oscuro de la luna,
y la brisa, entre la sombra y la penumbra,
a mi rostro se sujeta en su desgana.
Lleva el aire entre sus manos el murmullo,
la pasión y la caricia de un amante,
como al son de una paloma, casi errante,
su recuerdo que me inunda, y me hace suyo.
El deseo y la locura, con su arrullo,
la conciencia y el espíritu me inundan;
en mis ojos, sin quererlo se dibujan
los rincones de su piel, cuerpo desnudo.
La prisión y la frontera de mi anhelo
son el propio corazón enamorado,
que un momento vuela libre y confiado
y al instante es derribado y hecho preso.
Es mi aliento una plegaria, casi un rezo,
que a los astros y a los cielos va volando;
sólo pide la armonía y el descanso;
sólo espera la dulzura de sus besos.

Para Erendis,
de ElMagoWarlock