Oh, el consuelo, el indecible consuelo de sentirse
segura con una persona; de no tener que sopesar
pensamientos ni que medir palabras,
sino manifestarlos.
Justo como son, paja y grano juntos, sabiendo que
una mano fiel los acogerá y cribará, guardará lo
que valga la pena y arrojará el resto
con un soplo amable.
2 comentarios:
Como es posible que de menos me eches cuando atonito obervo que en cupido no creeis, menos mal que siempre la amistad quedara.
Hola, soy de mexico y me gustaria platicar con tigo, ya que compartimos algunas aficiones en libros " El señor de los aniños", y pensamientos escritos. Y pues checando tu blog, pues te digo que esta muy bien. Mi cuenta en hotmail es krogos_sharon@hotmail.com
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