6.11.08

Relato Medieval

Caía ya la noche en Palacio cuando el heraldo abrió el pergamino en el corazón de la corte.. llevaba unas calzas y vestimentas de color negro y una capa de un profundo verde oliva que caía desde sus hombros hasta sus pies. En uno de sus pechos bordado el estandarte del Rey: el perfil de un águila real sobre media luna de plata.

- ¡Atención, atención! - elevó su voz ante el público de la nobleza - El Rey Alejandro VI invita a todos aquellos nobles y aguerridos caballeros de su corte a la Fiesta de Fin del Verano, que tendrá lugar el día viernes 23 de Septiembre, año de Nuestro Señor en el Salón de Festines con motivo del futuro casamiento de su hija Loryana con el príncipe Jorge. ¡Preparen sus mercedes los mejores atuendos y traigan presentes dignos del Rey y la Reina!

La voz del mensajero calló al tiempo que enrollaba su pergamino.. ahogó una carcajada al saber que aquél anuncio daría mucho que hablar. Un creciente murmullo se dejó oír por los pasillos de Palacio. La noticia del futuro casamiento de la hija del Rey no era un hecho desconocido entre los nobles pero hasta aquél momento nadie se había atrevido a pronunciar cuál sería el nombre del candidato elegido por ella, tantos habían pasado aquellos días por la Fortaleza.

Desde aquél mismo momento la noticia se hizo pública e incluso llegó a oídos del pueblo. Por el pensamiento de grandes y pequeños se formuló la misma pregunta... ¿Quién era aquél joven príncipe con el que se desposaría Loryana la Hermosa? ¿cuál sería su aspecto? ¿cómo se habrían conocido? ¿por qué nadie lo recordaba entre los pretendientes? ¿acaso no era uno de ellos?

Demasiadas preguntas que nunca llegaron a responderse.

1 comentario:

Anónimo dijo...

In crescendo, the history will be continue.
Mientras bordo un escudo de aguila en mi vieja capa.
Mucha suerte en esta nueva historia ademas de mucho animo.