
La misma persona que diera al amable botón decidió que con ello también debían de acabarse las motivaciones varias que me impulsaban a seguir hacia delante, desaparecer de la lista de las personas guays y poner una coraza metálica entre el cielo que me observa y el suelo que piso al caminar. Más bien debería decir dar vueltas al mismo sitio, entorno al mismo eje.. ¡un eje en el que no hay nada! Absolutamente nada, por gracia o desgracia. Todavía no decidí qué valor darle a este hecho.
La niña revoltosa que debería ser en mis momentos más rebeldes, por lo visto se ha sentado despreocupadamente en el suelo, de brazos cruzados y ha fruncido el ceño ante la escasa perspectiva y el camino tan común - y poco especial - que tiene por delante.
Me llaman la desaparecida. Lo cierto es que sí, lo estoy. Pero es sólo por una buena razón: estoy lanzando piedras a ese grandísimo botón que hay junto al de Pause... de momento no tengo suerte. Alguna incluso me ha rebotado en la cabeza riéndose de mi puño amenazador y mi retahíla de palabras para nada amables. No cejaré en mi empeño. Me enerva esta situación. Conseguiré darle al maldito PLAY y volveré a ponerme en marcha.
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