27.7.07

Barcos de papel


"Aquella había sido una travesía tranquila... éramos treinta y tres pasajeros... si... treinta y tres. Habían ganado la mayoría de ellos un viaje por las aguas heladas de la Antártida en condición de turista excepcional, pues eran pocos los que se atrevían a surcar aquellas aguas. Demasiados icebergs... demasiadas pocas posibilidades de salir con vida de allí si el barco paseaba entre ellos.

Pero él era único. Mi marido era excepcional. Sabía por dónde surcar los mares... por donde cortar el agua helada y entibiarla con el paso de El Velero Azul, como llamaba a su navío. No era la primera vez que lo hacía... le apasionaba el mar... el frío, el hielo. Sus ojos eran así, fríos como el hielo, pero eran hermosos. O así me lo parecían a mí. Qué ruin. Nos llevó a la desgracia. "

"La travesía fue tranquila, como decía. Pero la noche... la noche envuelve sorpresas a veces desagradables. Los témpanos... si... los témpanos" - susurra mientras deposita otro barco de papel en el agua - "... tan grandes y traicioneros a la vez. Me recuerda a aquello que pasó... hace tanto, tanto tiempo..." - menea la cabeza y mira tristemente el agua. Ya no tiembla al sentirla subir lentamente... - "Todo fue muy rápido. La brecha, los gritos, el agua colándose por todo el barco... no dio tiempo a nada. Algunos saltaron a los botes pero la fuerza del barco los arrastró a todos al fondo del mar... a estas alturas deben estar todos congelados. Y yo... el golpe me dejó fuera de sí. Recuerdo que mi marido gritó mi nombre... pero su voz sonaba lejana... demasiado lejana... quizá ya sea mi imaginación" - comenta irónicamente mientras termina de hacer otro barquito más y lo deposita con cuidado en el agua tranquila.

"Al despertar me encontré aquí. Ja ja ja... si, aquí. Con el agua subiendo lentamente y el oxígeno agotándose en esta habitación. Lloraría... pero ningún mortal me va a oír. Reiría mi propia desdicha... ¿pero para qué? terminaría volviéndome loca antes del final. Mientras tanto, seguiré aquí, haciendo barcos de papel y esperando lentamente el final... el final... mi final."

--- Y fue después, muchos días después de aquello, cuando llegaron los desdichados barcos de papel a alguna de las costas heladas de la Antártida, quedaron encallados en la nieve. Y fueron ellos, y no otros, los que anunciaron el naufragio de El Velero Azul. ---

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