16.7.07

De Príncipes y Ranas

Se dice que tienes que besar a 1000 ranas antes de encontrar a tu príncipe azul. Alguno se sorprendería, al echar cuentas, de la cantidad de anfibios que ha llegado a besar para llegar al ansiado Príncipe Azul. Aqueeeeel que bajo la apariencia de una "hermosa" rana que sólo sabe croar y saltar se transforma de pronto en un apuesto príncipe azul, más hermoso que el Príncipe Encantador, que te tomará de la mano y con sus ojazos te dará un beso que te quitará el aire y sereis tan felices que comeréis perdices. Lástima que los cuentos no se hagan realidad.

Unos van por las 900 ranas, mientras que otros llevan 5 y ya dan el asunto por vencido. Y digo yo... ¿es que acaso la felicidad que te dará el príncipe azul es proporcional al tiempo de espera? ¿al número de ranas? ¿o es que hay que besar al sapo dos veces por si acaso no se enteró que era tu Príncipe Azul? Al fin y al cabo, la paciencia es la más heroica de todas las virtudes, precisamente porque no tiene apariencia de heroicidad.

Quizá es que la princesa sea muy exigente (lo que afirman muchas ranas, véase hombres en este caso) y después de besar una se canse y vaya a por otra. Quien sabe.. lo mismo es que el aspecto de la rana o las costumbres de ella no son muy saludables y prefiere buscar otra que tenga un color más llamativo (o menos pero más espabilada). Aunque a lo mejor, lo que hay que hacer es mirar el tema desde otra perspectiva: las ranas. Esas increíbles ranas (o sapos) que se presentan en ocasiones dando el salto del fin de semana, poniéndose enfrente, y diciendote... "Hola princesa... ¿me besas?"... Son las peores, princesas, ¡no os acerquéis a ellas!

Sea de una forma o de otra.. eso es lo que hay. Princesas, ranas, besos y un Príncipe Azul que llega cuando le da la santa y real gana XD. Ánimo a las que aún lo buscáis... ¡ser princesa no es nada fácil!

3 comentarios:

Laura Luna dijo...

Mi preciosa princesa elfa,
Recordad que aún sois joven y muy bella, y tenéis toda una vida por delante, llena de ranas y príncipes que debéis besar. Recordad que la felicidad es una mesa cuya estabilidad depende de más patas que la del amor :)
Un beso y sé feliz,
Tu Duende Mun

Anónimo dijo...

Genial reflexión. Me ha gustado sobre todo la parte en la que se compara la paciencia con una acción heroica.

Desde luego que la felicidad no es proporcional al tiempo de espera. Puede que algunos encuentren la rana especial en su primer intento y otros lo intenten antes con 10.000 sapos. Lo que nunca hay que hacer en esos casos es sacrificar los principios de cada uno. Si alguien es muy exigente va en consonancia con su forma de ser, así que la desesperación no debe cambiar eso ni cambiar la percepción de las cosas.

Es más que probable que alguien que se resigne con una rana que no se ha convertido en príncipe/princesa nunca sea feliz hasta que lo consiga. La felicidad de cada uno siempre debe ir por delante.

Un saludo! (no reparto besos xq yo ya tengo mi princesa :P)

Anónimo dijo...

Hay quien tiene por costumbre confundir a pobres ranas, ora con un impasible silencio, ora con extraños cambios de costumbres, ora con falsas esperanzas que rasgan la misma noche o incluso con indeferencia ante las pobres suplicas de alguna de las muchas loquitas ranas que comparten charca.

Asi es por tanto, que quiza una bella princesa deba hablar con la sinceridad que su persona debiera ante la inseguridad de estos pobres anfibios. Y ya confirmada la condicion de principe quiza actue como un reino merece: con bondad, honestidad y franqueza.

Es buen consejo, en cualquier caso, no desistir nunca de tan importante busqueda pues seguro es que se hallara tan ansiada recompensa, y por mas traspies dados siempre alguien contemplara desde el fondo del agua la bonita sonrisa de la niña-princesa.

No mas besos, sino tan solo, saludos.

:-)