27.2.10

El Señor es mi Pastor

La tarde del jueves, mientras iba en bus con un amigo de la facultad de vuelta hacia la ciudad, me comentó de pasada - mientras íbamos hablando de varios temas - que cada vez que escuchaba éste Salmo (el 23) en una película, o lo escuchaba en boca de alguien, le conmovía... aún sin ser cristiano. Repetí sin darme cuenta el salmo en voz baja, y sonreí al darme cuenta del poder que sus palabras encierran. Trae calma, paz, y serenidad aún cuando se empeñe en llover ahí fuera: en la vida y en las circunstancias.

Estoy conociendo la fidelidad de Dios, y su amor, de forma bestial en éstas semanas. Ya era algo que pude sentir a través de gente que puso en mi camino en éste tiempo pero ahora comienzo a experimentarlo a otro nivel... veo como delante de mí se foma un camino que he de seguir. En pocas ocasiones he visto tan claramente que las cosas fueran encajando de forma perfecta, como un reloj, y me indicaran y confirmaran que estaba por el buen camino. En mi caso se ha tratado de poder descansar al fin, sabiendo que no se olvidó de mí, sino que Su favor está conmigo.

A raíz de algo se desencadenaron muchas cosas. Y éstas, comenzaron a enlazarse una tras otra formando eslabones en lo que ha sido una cadena de bendiciones. Una bendición tras otra. Y una fecha clave: Junio. Las personas y amigos cercanos se extrañan y me dicen "qué suerte has tenido", o "joer, qué bien te ha salido"... ¿pero realmente es suerte? ¿una bendición detrás de otra, y otra, y otra? Nunca creí en las casualidades, y tras lo de estos días, menos aún.

No entiendo ni las formas, ni el porqué de todas las cosas -hay pruebas de fuego-, pero veo los resultados y son totalmente perfectos. Es como si todos mis pequeños sueños y retos hubieran cobrado forma de pronto, delante de mí, en un tiempo y espacio concreto. Y cuando pienso cómo se han desarrollado las cosas, más me sorprendo de la perfección y del modo y el hacer de Dios una vez le dejé al mando de mi pequeño tren. Hoy sólo tengo palabras de agradecimiento para Él. Como dije días atrás, mi cargamento de preguntas y respuestas pasó a segundo plano.. es que sólo hay agradecimiento, y como dice el dicho "es de bien nacido, ser agradecido".

Volviendo al principio, éste Salmo es un Salmo de poder, y de absoluta y completa verdad. Y no es porque lo hayan leído, memorizado, y usado millones de personas a lo largo de la "corta" historia del hombre, desde que se escribió, sino porque así es y así ha sido de real en mi vida.

Quizá como lector, no entiendas de qué hablo.. pero es lo menos importante del fondo de la historia. Quédate con este Salmo de la Biblia, y cree que también puede ser para tí. De hecho, ES PARA TÍ.

El Señor es mi Pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me
hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi
alma; me guiará por sendas
de justicia por amor de su nombre.

Aunque
ande en valle de sombra de muerte,
no temeré mal alguno, porque Tú estarás
conmigo;
tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa
delante de mí en presencia
de mis angustiadores; unges mi cabeza con
aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la
misericordia me
seguirán todos los días de mi vida, y en la
casa del
Señor moraré por largos días.

SALMO 23

2 comentarios:

Daniel Rivilla dijo...

Realmente me identifico con lo que has escrito. Al final todas las cosas van quedándose en su lugar y ves como el Señor siempre ha estado a tu lado en cada momento.

Me ha hecho pensar en un versículo del Salmo 121: "Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre" Con esto me refiero a la carrera que tú ya has terminado, y pronto yo jeje. Has cumplido tus retos y objetivos gracias a Él, nuestro guardador.

Dios te bendiga Acsa! Un beso :)

Francisco Javier dijo...

Bueno, estoy estudiando historia en la complutense, y en la asignatura de historia del arte medieval estamos dando arte desde los orígenes del cristianismo. Y aparecía en la iconografía de las catacumbas el buen pastor... Reflexionando sobre este salmo el 23, lo relacioné de repente con Juan 10, 11-16:
"...11 Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas.

12 El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye. y el lobo las arrebata y la dispersa.

13 Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas.

14 Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí

15 –como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre– y doy mi vida por las ovejas.

16 Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor..."
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Y la cabeza me hizo click:
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Jesús es el buen pastor, este salmo 23 es para Jesús...
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Bueno, es una reflexión muy obvia, pero yo no había caído en ella...
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Un saludo y que Dios te bendiga:
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Javier (un católico pentecostal)