30.4.10

Reflexiones II

Lo cierto es que en ello estoy. Los días se suceden y un torrente de pensamientos, de ideas, de todos y nadas, hacen que mi mente desconecte, y vuele en ellos. Y es que estoy en una época de darle muchas vueltas a la cabeza a un puñado de cosas.. nada excepcionales, ni trágicas, ni trascendentes. Ni siquiera decisiones que tomar, pues las más importantes ya están más que tomadas. Más bien actitudes, espectativas de lo que espero, cosas que hago y que no hago. Pero, ¿no es en estos momentos cuando se sacan las conclusiones más interesantes?

Vivo cada día como si fuera un viernes, con un fin de semana por delante. No se exactamente cómo ha sucedido pero el otro dia caí en la cuenta que vivía cada día esperando cosas buenas de él. Estando a la espectativa de que sería un bueno. Dedicándome a él por entero, con pasión.. sin pensar en el siguiente. Y wow, ¡cómo cambian las cosas! Salgo temprano de casa y veo el cielo raso completamente azul. El sol refleja su luz en mi pelo, haciéndolo más rojo que de costumbre. Es cierto, en cuanto salgo al nuevo día mi espíritu entonces explota en alabanza, y mientras voy de camino al metro tarareo una alabanza. Una canción dando las gracias a Dios. Por su amor, por su infinito amor que me conquista. Al cantar me doy cuenta de que a pesar del madrugón quedan cosas buenas que vivir. Amaneceres que disfrutar y lunas llenas, tan infinitamente redondas y blancas como la de ayer o anteayer, que admirar, vivir, observar.

Si mis primeros "minutos" en los que no hago físicamente nada, salta mi automático dispuesto a cantarle a mi Padre allí en el cielo, tengo que confesar que también, el último rato antes de terminar el día, lo finalizo entregándole mis cargas, y orando y dando siempre gracias, gracias y gracias - como Él sabe- por todas las cosas. Me duermo así... y descanso en paz. Y comienza de nuevo otro día de la semana, de nuevo con una lista de compromisos que hacer. Pero a la espera de muchas cosas, por supuesto, todas grandes, completas, maravillosas. Y eso marca la diferencia. La mía por supuesto que sí.

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